Un tal Hugo...

Así, con pronunciación asiática, se definirían las actitudes que asume el presidente de Venezuela al "torear" los intereses norteamericanos en tierras sudamericanas.

Si bien por un lado me es altamente agradable que el buen botijón venezolano es dicharachero, antisolemne, fastidiante casi como gordo barro lleno de pus enmedio de una nalga, dolor de muelas de jorgito y compinches; Por el otro me disgusta que no tiene el menor principio de prudencia o respeto por nada ni nadie...(excepto los musulmanes y los cubanos,; a los segundos se lo paso...pero a los primeros...). Es en esta disyuntiva en donde no se pa' que lado ir... Y es entonces cuando aparece en lontananza chente con su bocota y me arrincona en la esquina de Chávez...El golpista suramericano por lo menos no se anda con hipocresías diplomáticas y le mienta la suya al que se le atraviese....

Aunque considero también que los gringos están dejando crecer demasiado a Hugo en sus bravuconadas...Pero igual pasó con el feo de Panamá (Manuel Antonio Noriega )entre 1983 y 1989...el valiente vive hasta que al gorilon del continente se le acaba la paciencia...y manda a sus marines con cualquier pretexto.